Reseña- 3°A- "La lluvia sabe por qué: Caminos cruzados", por Benjamín Wrobel

 

                              La lluvia sabe por qué: Caminos cruzados

Escrito por María Fernanda Heredia

Publicado por Grupo Editorial Norma

Colección: Zona Libre

Páginas: 238

María Fernanda Heredia nació en Quito, Ecuador, el 1 de marzo de 1970, es una escritora, ilustradora y diseñadora gráfica ecuatoriana.

Durante su infancia y adolescencia no tenía como costumbre la lectura, pues creció en un hogar en el que se leía poco. La pasión por los libros nació a sus 22 años, cuando un amigo le regaló por su cumpleaños un ejemplar de la novela Momo, de Michael Ende, ​ libro que con los años se mantuvo como la novela favorita de Heredia.

Inició su etapa como escritora en 1993, cuando un amigo le pidió que ilustrara un cuento para una revista infantil. Heredia no pudo realizar la ilustración, por lo que se ofreció a escribir el texto del cuento como forma de enmendarse con su amigo, a pesar de no haber escrito nunca nada parecido. El relato se llamó El silencio, y fue seleccionado por Susana Cordero para aparecer en un libro de cuentos infantiles de la UNICEF, poniendo en marcha de este modo su carrera literaria.

La lluvia sabe por qué es una novela que relata la historia de dos adolescentes, Lucía una tímida chica que es víctima de grooming y bulling y Antonio que sufre de violencia interfamiliar. Ellos se reúnen en un pequeño taller de joyas hippies y empiezan a formar un refugio para desatar los nudos de sus vidas.

Antonio lleva cuatro años viviendo con un tío abusivo su tía y su primo Leonardo. Su madre inmigró a España para conseguir un mejor trabajo y poder volver con él.

Lucía vive en una buena familia con sus padres y su hermana menor, Bárbara. Un día el mundo de Lucía colapsa, en una pijamada sus amigas le hicieron una broma pesada, le sacaron una foto mientras se estaba cambiando y se la mandaron a el primer contacto en su teléfono: Álvaro Herreros. La foto se difunde como pólvora y causa un daño peor en la vida de Lucía, todos la maltratan y la insultan.

Lucía se refugia en el taller de joyas hippies (Porque nadie va a esa clase) donde conoce a Delfina, su profesora. Lucía va a usar ese espacio para desconectarse de su terrible realidad.

Antonio conoce a Lucía en el colectivo, se siente completamente cautivado y lo distrae de, su también terrible realidad y Antonio termina uniéndose al taller para acercase a Lucía.

Los elementos metafóricos también se hacen presentes, el clima constante representando la situación desesperante de los protagonistas, que luego aparece para representar una limpieza y el principio de “desatar el nudo”. En el taller hay un personaje secundario, pero importante: Delfina, una mujer de 50 años que hace de mentora no solo de joyas hippies, sino también de enseñanzas vitales para los protagonistas.

El desarrollo de la historia y como la escritora logra manejar la narración de dos personajes al mismo tiempo es maravilloso. Las descripciones son claras y concisas, dejando al lector con una imagen clara de las escenas, creando una buena inmersión en la historia.

Los personajes son realistas, el cambio de personalidad y humor se puede ver a través de la historia y como las circunstancias van creciendo. Este cambio es más notable en Lucía, que llega a aislarse completamente del mundo. Ilustra bien como los problemas sociales afectan la salud mental de los adolescentes y puede destrozar completamente su desarrollo de identidad y social.

La historia está bien estructurada y toca temas importantes que no siempre se charlan en familia o amigos, exponiéndolos para concientizar de estás problemáticas sociales, algunas modernas y otras que vienen acompañando a la humanidad desde sus inicios.

La moraleja final es que no importa cuán difícil sea el nudo en nuestra vida siempre se puede desatar.

En conclusión, este es un buen libro con una tensión y suspenso siempre acechando, los capítulos tienen un buen ritmo para el lector, permitiendo una lectura fluida. Completamente recomendable.

Benjamín Wrobel 3 A